A Sergio Torres Félix el Alcalde de Culiacán no le interesa violar la ley para lograr sus objetivos, no le importa confrontarse con sus gobernados en el afán de hacer su voluntad, Torres Felix es capaz incluso de usar su posición como Presidente Municipal para amendrentar y callar el descontento social.
Solo basta hacer un recuento de lo que ha sido su gobierno, para entenderlo, obsesionado por el poder, por ejercerlo, a Sergio Torres, no le importa pasar por encima de quien tenga que pasar, eso, lo han vivido quienes han tenido que enfrentar sus actitud autoritaria, que sobrepasa los límites de la legalidad...
Comprometido con su grupo político, desde la alcaldía, apoyó los colores de su partido el PRI, la campaña propagandista “Al 100 por Culiacán” violó la ley electoral en medio del proceso federal, a pesar de los llamados de atención social, Torres Félix continúo hasta el grado tal de hacerse acreedor a una amonestación por parte del Instituto Nacional Electoral que le exigió el retiro de la propaganda la sanción fue minimizada por el alcalde, pues esa misma publicidad fue utilizada por Sergio al levantar la mano en sus intenciones de ser candidato a gobernador gastando asi recursos públicos con solo un objetivo, sus intereses políticos...
Pero hay más, Sergio Torres solapó problemas heredados de anteriores administraciones y más que buscar una solución definitiva, solo las empeoró, son más de 20 millones de pesos la deuda que mantiene el Ayuntamiento de Culiacán por el retiro de los derechos de uso del campo de la Colonia Nakayama al ex futbolista Jaime “Jimmy” Ruíz, que si bien la disputa legal no se originó con Sergio Torres, el alcalde llevó al extremo la disputa, que incluso lo puso al borde del desafuero, Sergio, antes de priorizar el diálogo prefirió la contra demanda, permitiendo asi, que el adeudo se incremente para las finanzas de un Ayuntamiento que termina en sus manos en la banca rota...
Pero la última es quizas la peor, la implementación del par vial que generó descontento en habitantes del sector Chapultepec, llevó a Sergio Torres a cerrar las puertas a las demandas y olvidando por completo el diálogo, Sergio, prácticamente exhibió a los manifestantes de ser parte de un grupo de deudores del impuesto predial, haciendo acto de autoritarismo desde el segundo piso de palacio Municipal, de donde lanzó la advertencia, disolviendo asi la protesta por el temor generado, más que por el acuerdo de las partes..
Ese es Sergio Torres... intolerante e impulsivo, un gobernante de ideas arcaicas en tiempos modernos.