Ella es Sandra Lee, se ha rebautizado con el apodo de Dr Pimple Popper y ya cuenta con 2,1 millones de seguidores en Instagram. Si en algo estamos de acuerdo es en el vertedero a veces tan asqueroso y otras tan maravilloso que es el mundo de Internet. Sin embargo, ocurre que en algunos casos los caminos de lo repulsivo y lo extraordinario deciden encontrarse.
Esta es la explicación más sencilla al enorme éxito que ha cosechado Sandra Lee en tan solo dos años. Esta dermatóloga californiana se unió a Instagram hace dos años y es todo un fenómeno viral en Internet. A día de hoy cuenta con 2,1 millones de seguidores. Todo empezó cuando subió un vídeo de 15 segundos en el que aparecía extrayendo un punto negro.
Luego subió otro
Y después otro.
Su número de seguidores iba subiendo como la espuma. Así, la Dr Lee pasó a ser conocida como Dr Pimple Popper. Algo así como 'explotadora de granos'. Lee notó desde el principio que sus vídeos despertaban interés, pero no esperaba toparse con una verdadera masa de personas "que amaba los vídeos de estallar (todo tipo de granos, comedones y espinillas).
Ya es toda una subcultura Las seguidoras de esta famosa dermatóloga son en su mayoría mujeres de entre 18 y 35 años, a menudo personas que no pueden permitirse el lujo de ver a un dermatólogo en la vida real. La doctora divide a sus fans en popaholics blandos o popaholics duros. Los primeros son aquellos que disfrutan con vídeos de extracciones de "puntos negros o blancos, sin sangre y sencillos de estallar", mientras que los segundos acaban en "quistes, rinofimas en la nariz y cosas por el estilo", explica Lee.
El proceso de extracción es intrascendente, no suele presentar una gran complicación. Es igual de repugnante como hipnótico. "Las personas lo miran para relajarse, ir a dormir y para calmar la ansiedad", comenta la doctora. "Es una sensación que nace de lo desconocido, de no saber lo que va a salir" de granos y espinillas. Y lo que sale, a veces, sorprende.
Para los vídeos más largos, que normalmente coinciden con extracciones de abscesos, la dermatóloga Lee utiliza YouTube, donde también tiene una especie de canal educativo en el que se anima a poner bandas sonoras a lo Duke Ellington cuando ocurre el asqueroso estallido. Cuenta la doctora que el fenómeno de la comunidad de popaholics ha llegado tan lejos que incluso ha ayudado a unir a una pareja de 50 años, seguidora del canal y que debe a las espinillas gigantes su matrimonio. Un amor que nace de la muestra de aquello más asqueroso que puede producir nuestro cuerpo y que, desengañémonos, no solo fascina a cuatro gatos. Las personas miran el proceso para relajarse, ir a dormir y para calmar la ansiedad.
