Poco a poco el tabú sobre las películas empieza a levantarse, cada vez más personas admiten usar este tipo de entretenimiento de vez en cuando, no sólo hombres sino mujeres también. Y es que incluso cine de Hollywood se “calienta” cada vez más para llevar algo de acción tentadora a sus espectadores.
En el 2016, el sitio online de contenidos eróticos Pornohub publicó un informe de consumo de sus materiales a lo largo del 2015, en el cual reveló que durante ese año se consumieron 87 mil 849 videos pornográficos, aproximadamente 12 videos por habitante en el planeta, los cuales suman nada más y nada menos que un total de 4 mil 392 millones de horas.
Entre los cinco países que más accesaron al sitio se encontraron Alemania, Francia, Australia, Italia, Brasil y México. Aunque en cuanto a consumo de pornografía en general Estados Unidos y Reino Unido siguen a la cabeza.
Sin embargo, al incorporarse mujeres a la dirección de estos filmes, la perspectiva ha cambiado y su calidad ha aumentado, pues a diferencia de la pornografía tradicional no se trata únicamente de penetraciones y felaciones con planos grotescos, sino que sin incluso llegar a ser considerada soft porn las mujeres directoras han logrado crear una visión más aceptada del cine porno, en el cual los rostros, la trama y la producción toman un mayor papel. Esto ha abierto las puertas a la pregunta que muchas parejas se hacen ¿es recomendable ver pornografía juntos?
“El porno compartido es una tendencia cada vez mayor, que acaba de empezar a ser parte de la vida sexual en pareja”, dijo Erika Lust, escritora, guionista, directora y productora de cine erótico sueca para el periódico El País.
En su estudio publicado en el Journal of Sex and Marital Therapy, los investigadores canadienses Kevin Alderson y Marley Resch indican que las parejas que ven porno unidas permanecen unidas.
Pero antes de aventurarse a realizar esta actividad en pareja, los expertos les dan algunos consejos para que la experiencia sea satisfactoria y no algo vergonzoso.
Decisión de dos
Primero que nada debe ser algo que como pareja han platicado y a lo cual van a adentrarse para darle algo emoción a la relación, no como algo cotidiano.
Elijan la película cuidadosamente
La película que elijan influirá completamente en el resultado, pues el estimulo no será el mismo para ambos si no el enfoque de la misma es más para hombres o viceversa algo considerado porno para mujeres. Debe ser una mezcla de temática y actos que a ambos puedan incentivarlos.
Un estudio publicado en The Archives of Sexual Behavior revela que las mujeres son más exigentes al momento de elegir su pornografía, ya que mientras los hombres se concentran en las caras y cuerpos de las actrices, las mujeres toman en cuenta ambos géneros, enfocándose en los rostros de los hombres y los cuerpos de las mujeres al mismo tiempo (bien dicen que las mujeres se arreglan para otra mujeres y no para los hombres, siempre al pendiente de la competencia en todo en todo momento).
Vean por lo menos la mitad de la película
Si a los primeros 10 minutos ya están teniendo relaciones, bien por ustedes pero eso no es ver pornografía en pareja sino tener sexo con rudo de fondo.
“(La función de mis películas) es estimular, ya sea física o mentalmente. Empujar hacia la sensorialidad erótica y crear sensaciones de placer. Mi trabajo apunta a excitar más la mente e inspirar”, explicó la directora sueca al periódico español.
Así pues dense tiempo de ser estimulados, no es necesario reproducir los movimientos en ese momento, absorban lo que más les guste, puede ser que ese día ni siquiera termine en sexo, pero cuando suceda podrán retomar los movimientos que anteriormente ambos disfrutaron viendo.
No se comparen con los actores y actrices
El punto no es sentirse mal con uno mismo, así que hay que evitar compararse con los modelos en pantalla. La idea tampoco es sentir celos al pensar que tu pareja preferiría estar con la chica en pantalla o viceversa, sino concentrarse en lo que se puede aprender que si bien los movimientos suelen ser usualmente sobreactuados, probablemente encuentren alguna posición o un pequeño gesto que les gustaría imitar. Al momento de tratar de llevarlo a cabo cada quien debe estar concentrado en su propia experiencia, sin llegar a ser egoístas obviamente, para evitar sobrepensar la situación y especular acerca de lo que el otro está pensando ¿estará pensando en mí o en la actriz en pantalla?
Pero como todos los consejos que se le pueden dar a una pareja, cada quien debe tomar lo que más le conviene. Para algunos esta actividad puede ser una forma de reactivar su vida sexual o simplemente mantener ardiendo la llama con un giro diferente, para otros puede parecer poco íntimo y grotesco. Como bien dicen de la moda, lo que se te acomoda.
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