Después de entusiasmar el mundo del motor con el Vuhl, el primer auto mexicano ultraligero de alta velocidad, los hermanos Guillermo e Iker Echeverría se enfocan en fabricarlo en una edición limitada que haga las delicias de coleccionistas y aficionados.

Producimos 25 vehículos al año; dos por mes", dijo a Guillermo, el mayor de estos hermanos que hace siete años volcaron en el Vuhl el ADN por el amor a la velocidad que heredaron de su padre, un expiloto mexicano de automovilismo.
La planta de Vuhl tiene la capacidad para producir 60 vehículos anuales, una cantidad que podrían duplicar con facilidad, indicó Guillermo, aunque él mismo gusta de señalar que un máximo de 100 automóviles fabricados sería el "punto sano para la marca".

Por los planes que tenemos y el tipo de vehículo que hacemos, no quisiéramos crecer mucho más", comentó Guillermo, un diseñador industrial de 35 años de edad, en la boutique "Car and Toy" que la marca tiene en la Ciudad de México.