El llamado “padre de la ciencia ficción” por sus novelas en aquel entonces fantasiosas; sin embargo curiosamente muchos de los inventos descritos en
ellas llegaron a convertirse en realidad como los viajes especiales y el submarino.

Se dice que a los 11 años trató de fugarse en un barco de su hogar en Francia a la India, pero su padre lo detuvo justo a tiempo ya en el barco y lo castigó severamente a latigazos.
Pero lo que más le dolió fue la promesa que le obligó a hacer, aquella que curiosamente marcaría su destino y lo encaminaría a ser escritor de ciencia ficción:
“nunca más intentaría viajar más que con la imaginación”.
Con ideales en la cabeza, rompe su promesa pero dentro los límites y se traslada a Paris, donde se relacionó con los intelectuales del momento Víctor Hugo, Eugenio Sue y la familia Dumas.
Si bien es conocido por sus famosa novelas “Viaje al centro de la Tierra” (1864), “20 mil leguas de viaje submarino” (1870) y “La vuelta al mundo en 80 días” (1873), pocos saben que mucho antes Verne escribió la novela corta “Un drama en México” (1851), inspirada en un hecho real: la deserción de cuatro barcos de la armada española en 1825.

No se sabe si Verne inspiró la tecnología que sus novelas narraban o si de alguna manera tuvo la visión de que éstas serían posibles, pero el misterio se hace aún mayor con su obra “Paris en el siglo XX”, la cual narra la historia de un hombre que vive en un mundo de rascacielos de cristal, trenes de alta velocidad y una red de telecomunicaciones (¿Internet?), pero es infeliz. Lo curioso es que la novela no salió a la luz hasta que su bisnieto la descubrió en 1989 y fue publicada en 1994.
¿Cómo Verne logró imaginar un mundo totalmente similar a la época actual? Es algo que nunca sabremos.
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