No cabe duda que cuando se tiene dinero para aventar al techo uno puede darse el lujo de gastar hasta en las cosas más ridículas e inútiles que puedan existir. Un claro ejemplo son las siguientes subastas.
Cheeto en forma de Harambe
Aunque no los creas, el 28 de enero alguien pagó casi 100 mil dólares (casi 2 millones de pesos) por ¡UN CHEETO FLAMING HOT! La fritura tenía la forma del gorila Harambe, que fue asesinado en el zoológico de Cincinnatti en mayo de 2016, luego de que sujetara a un niño cayó en su jaula. La subasta de eBay empezó en 11.99 dólares y en ella participaron 50 usuarios. ¡HAZME EL FAVOR!7
Chicle usado de Britney Spears
Yeap, en el 2000 una seguidora de la cantante recogió del suelo del escenario un chicle que la princesa del pop mascó durante un concierto en Wembley y decidió subastarlo. Para su sorpresa alcanzó 14 mil dólares, tiempo después alguien pagó 500 dólares por un sándwich que la cantante no terminó de comer.
Pelotas de Python
¡No es lo que están pensando! El 11 de enero de 2008 se subastaron 4 pelotas de golf que se extrajeron quirúrgicamente de un intestino de python. La serpiente confundió las pelotas de golf con los huevos de una gallina y se los comió. El “afortunado” fue un australiano que pagó mil 401 dólares.
Vaso con agua de Elvis
En el 2008 alguien pagó 350 euros por el agua que se decía que había sido dejada en un vaso de Elvis Presley, en el que se dice que una vez bebió. El subastador fue Wade Jones, quien vio a Elvis beber del vaso cuando era un niño de 13 años y un guardia se lo dio de recuerdo todavía con agua. Mantuvo el agua en el congelador hasta 1985, cuando fue puesto en un frasco sellado.
La dentadura de Churchill
En el 2010 alguien pagó dinero por una dentadura falsa de alguien más sino que pagó 45 millones de pesos. Lo siento Winston Churchill siguen siendo dientes.
¿Una vida?
Así es, en junio de 2008, Ian Usher subastó toda su vida. Esto incluía su casa de tres dormitorios en Australia occidental y todo lo que tiene, como su coche, moto, moto de agua y equipo de paracaidismo. También ofreció la introducción completa a sus amigos y un periodo de prueba en su trabajo. Al terminar la subasta, la vida de Ian se vendió por casi 350 mil euros. ¿Creen que haya valido la pena?
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