Hace unas semanas escribí sobre los géneros de animación “etchi o ecchi” (pornografía animada) y “hentai” (pornografía animada más explícita y con trastornos mucho más pervertidos), pero qué hay de las caricaturas de animé comunes y corrientes con las que creció todo una generación. Ahora vistas con ojos de adulto es claro identificar que su contenido era completamente inapropiado para niños, pues si bien no caían en ninguno de estos dos términos estaban fuertemente influenciadas por material erótico y violento.

Seguro ya tienes algunas cuantas en mente, pero en esta lista repasaremos todos aquellas animaciones famosas de los 80’s y 90’s que nos fascinaban y que hoy en día nos impresiona que nuestros padres nos permitieran verlas. ¿Será que en ese entonces los padres estaban menos al pendiente de lo que veíamos y la violencia no importaba tanto? ¿O simplemente consideraban que las caricaturas era una buena forma de tocar temas de sexualidad sin necesidad de tener que establecer la famosa “plática” con nosotros?

Para muchos fue una serie llena de humor, pero no hace falta pensarlo mucho para darse cuenta del confuso mensaje que ofrecía a los niños. La caricatura en la que el protagonista se transformaba en hombre y mujer (algo perturbador ¿no?) presentaba frecuentemente escenas de desnudez siempre femenina e incluso se hacían bromas de tono subido al respecto del cuerpo femenino no sólo del protagonista sino de todos los caracteres femeninos. Originalmente la serie estaba catalogada para mayores de 12 años, pero era transmitida en horarios infantiles.

Entre los muchos personajes se pueden identificar claramente al menos 10 caballeros sumamente afeminados, algunos incluso considerados gays. Incluso desde niños, personajes como Shun de Andrómeda, Misty y Afrodita eran los menos populares por su vestimenta femenina y hasta uso de lápiz labial. Además, la serie era gráficamente muy violenta, pues en cada combate se perdían litros y litros de sangre. Definitivamente, algo que no deberían ver los niños.

Además de inspirarse en el famoso “lolicon” que hace culto a la fascinación erótica por las lolitas con sus sexys uniformes de colegialas, faldas cortas y escotes pronunciados, Sailor Moon tenía en su trama original la de un amor lésbico entre Sailor Urano (quien siempre vistió de manera más masculina que el resto de sus compañeras) y Sailor Neptuno; sin embargo en América Latina se decidió darle un giro al hacerlas pasar por primas. Aún así si prestas atención podrás darte cuenta que el amor entre ellas es obviamente algo más que eso.

En esta caricatura existen múltiples referencias sexuales, desde el fetiche por los calzones del Maestro Roshi y todas sus acciones pervertidas para intentar observar o tocar a los personajes femeninos, como la disposición de Bulma de utilizar su cuerpo como un medio para obtener en ocasiones lo que sea. Desde sus inicios en Dragon Ball se puede ver al propio Goku curiosear con la ropa interior de Bulma para finalmente darse cuenta de las diferencias genitales entre hombres y mujeres. Definitivamente a eso le llamo NO SER APTA PARA NIÑOS.

Lo que muchos padres rentaron como una película basada en el ya de por sí violento videojuego resultó ser mucho más explícito que las animaciones originales y las caricaturas de la serie en ese entonces. La versión en inglés y japonés estaba llena de lenguaje subido de tono y sobre todo una explícita, erótica y bastante prolongada escena en la que se mostraba el trasero y los pechos desnudos de Chun-Li mientras tomaba un baño. No cabe duda que aquellos que no fueron pillados viendo la escena, descubrieron en ese momento algo sobre su sexualidad.