Arqueólogos de Egipto y Alemania hallaron una estatua de cuarcita de ocho metros sumergida en el fondo de un hoyo en un barrio pobre de El Cairo que, dicen, probablemente represente al venerado faraón Ramsés II, quien gobernó hace más de 3.000 años.
El descubrimiento, calificado por el Ministerio de Antigüedades como uno de los más importantes de la historia, se hizo cerca de las ruinas del templo de Ramsés II en la antigua ciudad de Heliópolis, ubicada en la parte oriental de lo que es la actual capital egipcia.
El faraón, el más poderoso y celebrado gobernante del antiguo Egipto, también conocido como Ramsés el Grande, fue el tercero de la Decimonovena Dinastía y ocupó el trono entre los años 1279 a 1213 antes de Cristo. Lideró varias campañas militares y extendió el imperio egipcio desde Siria en el este hasta Nubia (actual Sudán) en el sur.
"Hallamos el busto de la estatua y la parte baja de la cabeza y ahora removimos la cabeza y hallamos la corona y la oreja derecha y un fragmento del ojo derecho", dijo el ministro de Antigüedades Khaled al-Anani a Reuters el jueves.
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