¿Te imaginas ir al cajero a checar tu saldo y ver reflejado 1 millón de dólares? ¿Qué harías? Es obvio que no son tuyos ¿te los quedarías o los regresarías?
Este es el dilema que tuvo que enfrentar José Soto, un pequeño empresario costarricense de 37 años, quien el 23 de marzo decidió actuar de manera honesta y reportar al banco el estrafalario error.
Uno pensaría que este acto le ganaría a Soto miles de felicitaciones y sí, pero tristemente también ha recibido muchas burlas y bromas no sólo de desconocidos sino de sus propios amigos quien lo han tachado de “tonto”, diciendo que con ese dinero pudo haberse ido del país e iniciado una nueva vida.
“Uno como humano es pecador, me pasó por la mente ir a cancelar las deudas, la hipoteca de la casa, el local que compré, muchas cosas. Esa noche no dormí, pero al día siguiente fui al banco e hice lo que tenía que hacer", contó a un canal de televisión local de acuerdo con la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, a pesar de la tentación y de ver la posibilidad de asegurar un futuro para su hijo de tres años, para él fue más importante darle al pequeño, quien aún no entiende el valor del dinero, un verdadero ejemplo de honradez para dentro de unos años contarle la historia de lo sucedido.
"…la tranquilidad y la honestidad no tienen precio", dijo en su entrevista con la televisora local.
La confusión se dio debido a que Soto es dueño de un pequeño local de ventas de partes de autos y el dinero pertenecía a una empresa concesionaria de vehículos. El banco agradeció infinitamente al joven empresario, mientras que aún se desconoce la opinión de la concesionaria.
¡A eso hemos llegado! Hoy en día uno se topa con un verdadero acto de honestidad y la primera impresión es cuestionarlo, incitarlo a hacer lo indebido y burlarse. Tristemente por personas como ellos el mundo se encuentra en decadencia, pero aunque sean menos gracias a hombres y mujeres como José Soto hay esperanza.
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