Esta tipografía dominó al mundo a finales de los 90s principios del 2000, y es que su creador Vincent Connare logró hacer con ella algo que ninguna otra tipografía había logrado, darle vida y personalidad a la palabra escrita en la computadora. Por primera vez uno podía ser divertido, sentirse menos propio y admitir que la computadora era más que un instrumento de trabajo, también era un juego.
Como su nombre lo indica, para crear la tipografía Connare se basó en la letra de los comics, específicamente en Batman y Watchmen, lo que además le dio cierto sentido de familiaridad.
De acuerdo con Connare, en el video “Comic Sans: The Man Behind the World’s Most Contentious Font” realizado por el canal de YouTube Great Big Story, a su jefe Robert Norton no le gustó la tipografía; sin embargo el creador alegó que ésta debía ser “rara”, que era esa peculiaridad lo que la hacía resaltar y sobre todo “no era una tipografía aburrida”.
Irónicamente la tipografía que fue diseñada para el software Microsoft Bob no fue admitida para éste, pero fue instalada en TODAS las computadoras Macintosh en 1996. ¿Y con qué relaciona uno a Mac a diferencia de Microsoft? CON DIVERSIÓN, claro está.

A partir de ahí fue imparable, Comic Sans estaba en todas partes, formal o no formal: en toallas de playas, en anuncios publicitarios, en tarjetas de negocios, presentaciones escolares y de trabajo, plumas, servilletas, logos, no había un artículo que no se relacionara con esta tipografía de alguna forma.
Incluso su auge fue tanto, que un grupo de diseñadores crearon un movimiento en su contra. ¿Puedes creerlo? Trata de imaginar pancartas y letreros de protesta anti-comic sans ¡suena ridículo! Sin embargo, tal fue su impacto que es verdad.
Y es que seamos sinceros, quién no se conectó al Mirc o ICQ y utilizó esta tipografía para verse “cool” y comunicarse con sus amigos. Definitivamente Comic Sans marcó una era, esa etapa en la que apenas nos introducíamos al ciber espacio y creábamos mails como [email protected] o charlabas con desconocidos bajo el usuario ElMásGuapo. Así es, Comic Sans narra la historia de toda una lista de placeres culposos que van desde tu selección musical en aquella época hasta los cursis mails que intercambias con tu pareja.
¡Wow! Qué tiempos aquellos, gracias Vincent, definitivamente no es la tipografía más estética, pero es la que mejor recuerdos nos ha dejado.
También te puede interesar: