El Tribunal Supremo de Rusia ha prohibido las actividades de los Testigos de Jehová al considerarlos una organización extremista y ordenó la incautación de todas sus propiedades.
Con esto ahora queda suspendida "con efecto inmediato" la práctica de este culto y se disuelve tanto el Centro de dirección de los Testigos de Jehová en Rusia como sus 395 filiares en todo el país.
El Supremo cumplió de esta manera la demanda presentada por el Ministerio de Justicia, quien solicitó a finales del mes de marzo ilegalizar las actividades de los seguidores de esta religión en el país.
"La organización religiosa Testigos de Jehová muestra indicios de extremismo. Representa una amenaza para nuestros ciudadanos, el orden público y la seguridad de la sociedad", dijo la represenntante del Ministerio de Justicia, Svetlana Borísova.
Por su parte, los seguidores de esta fe consideran que las acusaciones son falsas, gratuitas y calumniosas, por lo que mostraron rechazo a la decisión del Supremo y adelantaron que recurrirían ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
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