A casi un año de haber sido agredido por un desconocido, cuando asistía a una fiesta, José Ramón dice que fue un acontecimiento doloroso, que le dejó una cicatriz física, que rápidamente se recupera; sin embargo la cicatriz del alma, todavía no desaparece.
José Ramón, a sus 24 años de edad, dice que aún no comprende como en pleno siglo XXI, aún existan personas que no aceptan a los individuos que tienen preferencias sexuales diferentes.
Dijo que la demanda que interpuso ante las autoridades competentes, sigue su curso y aún no hay detenidos al respecto; sin embargo confía en que algún día se haga justicia y se respeten los derechos que tienen como seres humanos.
Señaló que es importante que las personas se informen más, sobre el tema de la diversidad sexual, pues es importante que se genere mayor conciencia de respeto hacia las preferencias que cada ser humano tiene en el aspecto sexual.
Puntualizó, que todo en la vida es enseñanza y que lo que le pasó a él, le fortalece para seguir apoyando a otras personas que requieren de comprensión y solidaridad ante su forma distinta de afrontar la vida.
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