La siguiente información definitivamente hará sentir mal a todas aquellas personas que no saben manejar aún, pues a estos tres caninos les tomó sólo dos meses aprender a hacerlo.
Porter, un mestizo de Bearded Collie de 10 meses; Monty, una cruza de Schnauzer de 18 meses, y Ginny, una cruza de Bearded y Whippet de un año, aprendieron primero a maniobrar un auto ficticio en un laboratorio antes de tomar el volante en una pista de carreras en Auchland, Nueva Zelanda, en un Mini Cooper personalizado para facilitar los cambios de velocidad.
El proyecto estuvo a cargo de la Sociedad de Prevención contra la Crueldad de Animales de Auchland (SPCA), una organización de caridad que decidió entrenarlos para probarle a los humanos la gran inteligencia de los perros.
"No creerías que ningún perro pueda aprender a manejar un auto por su cuenta, pero hemos demostrado a través de nuestra comprensión de la psicología animal y nuestros métodos de entrenamiento especializados, las criaturas inteligentes pueden adaptarse a la situación en la que se encuentran."
"Es realmente notable y estamos muy orgullosos de los logros de nuestro dedicado equipo de entrenamiento y los increíbles perros de conducción SPCA", dijo Christine Kalin, directora ejecutiva de la sociedad al periódico The Daily Mail.
Además, la idea es generar conciencia sobre la adopción de mascotas, pues de acuerdo con Kalin existe el estigma de que un perro adoptado es de alguna forma un perro de segunda clase que será difícil de entrenar.
"Los perros han logrado cosas asombrosas en ocho cortas semanas de entrenamiento, lo que realmente muestra con el ambiente adecuado todos los perros de la SPCA tienen potencial como mascotas de familia", comentó Kalin.
Parece mentira, pero tal vez uno que otro debería de tomar lecciones de estos caninos.
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