Llegó manejando a la puerta de un edificio este fin de semana en Ankara, capital de Turquía. Tenía un generoso espacio libre en la entrada, así que intentó aparcar. Así comenzó la pesadilla.
Fueron casi tres minutos, pero parecieron una eternidad. Cuando hacía la primera maniobra bien, hacía mal las siguientes. Cuando daba la sensación de que enderezaba el vehículo, volvía a tomar una decisión equivocada.
De esa manera estuvo realizando un intento tras otro, hasta que se cansó. Al darse cuenta de que no iba a poder aparcar correctamente, terminó dejando el auto torcido y sobre la vereda. No obstante, la mujer lucía muy tranquila cuando salió y se fue.
La escena resultó tan insólita que fue registrada por un vecino de un edificio aledaño. No tardó en volverse viral una vez que la publicó en internet.