¡Cuidado con el síndrome del niño hiperregalado esta Navidad!


Es una tendencia cada vez más común el niños de hoy en día
¡Cuidado con el síndrome del niño hiperregalado esta Navidad!

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viernes, 22 de diciembre de 2017 18:53

Querido Santa: Esta Navidad quiero me traigas un iphone X, una tablet, un playstation con muchos juegos, una pista de carreras, todos los muñecos de la Liga de la Justicia y una nave de Star Wars.

¿Algo más? ¿Seguro que no se te olvida nada mi rey? Las cartitas para Santa de los niños de ahora parecen más una exigencia que una petición. Ya no incluyen una justificación de su buen comportamiento, ni hay rastro de humildad en ellas, de hecho ni siquiera expresan amor o cariño hacia Santa, se han convertido únicamente en un listado de los dispositivos y más caros del mercado, los cuales los niños consideran que se merecen en automático, no parece haber duda de su parte de que recibirán todo lo que piden.

¿A qué se debe esto? Se le conoce como el síndrome del niño hiperregalado, el cual es muy común en estas fechas no sólo por la llegada de Santa Claus sino también por la de los Reyes Magos, además de cumpleaños en el mes de diciembre. Es una tendencia cada vez más común el niños de hoy en día, quienes están tan acostumbrados a recibir regalos para suplir el sentido de culpabilidad de ambos padres trabajadores por no pasar “suficiente” tiempo con sus hijos como la sociedad lo señala, a veces de manera discriminatoria. Debido a esto los niños terminan por acumular tantos juguetes que éstos pierden cualquier valor, lo que se multiplica aún más en Navidad cuando los niños piden de manera exagerada regalos a sus padres y pierden la ilusión al recibirlos si no cumplen con todas las exigencias de sus cartas. Es decir, que la Navidad pierde todo sentido de calidez y se convierte meramente en consumismo y materialismo.

Gracias a la mercadotecnia de las actuales marcas de juguetes y al exceso de juguetes, los niños han perdido la imaginación: algo con ruedas ya no se convierte en el mejor auto de carreras en su imaginación, una cuerda para saltar ya no es el lazo de la Mujer Maravilla, y un teléfono celular cualquiera nunca será visto como un dispositivo de alta tecnología exclusivo para espías.



¿Qué hacer al respecto? Aún no es demasiado tarde para cambiar la trayectoria de tus hijos. Si bien es difícil aceptar que lo has “mal criado” o consentido de más, todo padre en el fondo lo sabe, y está bien. Ningún padre es perfecto, nadie nació sabiendo cómo educar a un niño y convertirlo en una persona responsable y bien intencionada. Todos cometemos errores, y en este caso aún no es tarde para remediarlo.

Entre las alternativas para seleccionar qué regalos comprar a los niños, los expertos señalan la regla de cuatro: algo que realmente quieran, algo que necesiten, algo útil, y siempre un libro. Se trata de apostarle a la calidad y no a la cantidad, y de estimular a los niños a ser creativos y valorar no sólo lo que quieren sino lo que necesitan, pues desgraciadamente existen muchos pequeños alrededor de mundo que no cuentan con necesidades básicas como ropa y calzado.

Para que los pequeños se emocionen también por este tipo de elementos un tip sería comprarles ropa o calzado que incluya algún elemento de su agrado, ya sea un personaje animado, una figura o un color que les llame la atención. De esta forma pueden relacionar la vestimenta con la misma emoción que les causa dicho personaje o figura.

La reacción de los padres es muy importante, pues deben transmitir verdadera emoción en sus rostros y hacer especial el momento en que se desenvuelve y se aprecia por primera vez el regalo. De otra manera el niño, acostumbrado únicamente a juguetes extravagantes, pasará por alto los regalos útiles y necesarios por alto y se sentirá molesto o decepcionado de recibir únicamente uno o dos juguetes, pues para él lo otro no cuenta. Por ello, los padres deben asegurarse de que la experiencia de abrir el regalo y estar en contacto con él sea significativa para que éstos se den cuenta de su valor y lo consideren un regalo más.

En cuanto a los juguetes, es importante que los padres no se dejen llevar sólo por lo que sus hijos desean, pues muchas veces dichas exigencias no son apropiadas para su edad. Al comprar juguetes hay que asegurarse que éstos estén dentro de su rango de edad. La realidad es que en la mayoría de los casos los niños desean lo que la televisión les dice que deben desear, pues son los comerciales en medio de sus programas favoritos o la publicidad en internet la que los bombardea con estímulos que los hacen sentir que “necesitan” dicho juguete, cuando en muchas ocasiones éste ni siquiera es apropiado para su edad sino que es simplemente una tendencia. Este es el caso de los teléfonos celulares, los cuales para empezar no deberían considerarse juguetes. ¿Es realmente necesario que un niño de 10 años tenga un celular? Si lo que desean son los juegos a los cuales puede acceder con él, entonces puedes regalarle una tarjeta de puntos para comprar juegos a través de la app de tienda de tu propio celular, así eres tú quien pueden controlar cuánto tiempo pasa en él y qué juegos descarga.

Por otro lado, si tu hijo ya está en edad de realmente aprovechar las ventajas de este tipo de tecnología, entonces hay que recalcar la importancia de su uso responsable. Dar a entender que contar con uno de este dispositivos es un escalón más en su crecimiento y que al otorgarle un celular estás depositando en él también la confianza para su buen uso. Así como advertirles sobre algunos peligros en la web, como el uso de Facebook o Whatsapp para comunicarse con extraños.

¿Pero que si para ellos no basta cualquier celular? ¿Qué si lo que desean es el celular más costoso del mercado? Bueno al igual que con otros elementos seguramente citados en su carta a Santa, no todos los padres de familia pueden comprar dichos juguetes o dispositivos de marca. En esos casos es importante el valor del regalo en sí y no del aparato, como se mencionó anteriormente este tipo de dispositivos como tablets y celulares representan la entrada a una nueva etapa de sus vidas, no son dispositivos que se deban regalar a un niño pequeño sino a alguien que pueda cuidar de ellos de manera responsable. Por ello, una alternativa es causar cierto alboroto o emoción alrededor ese hecho y no en el aparato en específico.

Por último, el mejor consejo es pasar tiempo con ellos haciéndoles ver lo afortunados que son, no sólo por recibir cualquier tipo de regalos sino por ser parte de una familia que los ama y poder disfrutar de esos momentos juntos. Dar las gracias por todas las bendiciones que este año les ha traído e inculcar en ellos un sentido de humildad ante las cosas materiales que los rodean, pues muchos quisieran estar en su lugar. Mantener viva la ilusión hacia Santa es importante, pero es más importante mantener viva la ilusión por convivir con familiares a los cuales no se ven con tanta frecuencia, sentarse alrededor del árbol de Navidad y recordar divertidos momentos de navidades anteriores, cenar delicioso y agradecer que pueden disfrutar de esos alimentos. Al final del día, sabemos que los regalos es algo que esperarán con ansias, pero depende de los padres hacer que esa experiencia no gire únicamente en torno a qué tipo de regalos reciben sino al momento que se vive.

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