Eso fue lo que Brooke Adkins dice que le sucedió en Tallahassee, en el norte de Florida: optó por saltar bruscamente de un auto afiliado al servicio Uber cuando la conductora se negó repetidamente a dejarla bajar, según el relato del portal BuzzFeed.
Ella contó que reaccionó tan drásticamente para huir de lo que le pareció presumiblemente una amenaza ominosa y creciente y, cuando se supo a salvo, documentó su experiencia en Twitter.
PSA tonight I realized that being kidnapped from an uber driver is 100% real I’m so thankful that I got out okay but jumping out a moving car window and running for help has to be the scariest thing I’ve ever gone thru. I want girls to realize this happens & to be safe, always. pic.twitter.com/bQBWDKVRrM
— Brooke Adkins (@brookeadkins19) 19 de septiembre de 2018
Su mensaje en el que alerta a otras jóvenes de esta clase de peligros se volvió rápidamente viral, con más de 168.000 likes y casi 90.000 retuits hasta el momento
“Cualquiera puede estarte dando vueltas (en un auto) sin que tengas idea… Simplemente no quiero que esto le pase a nadie nunca más”, dijo Adkins sobre lo que experimentó.
Adkins, de 19 años, recurrió a Uber para que la llevara a casa en la madrugada del pasado miércoles, tras haberse reunido con amistades. El automóvil que llegó a ofrecerle el servicio era conducido por Destiny Green, de 30 años.
El trayecto se realizó sin problema hasta que llegaron cerca de su destino. Entonces, Green le preguntó a Adkins si podía continuar un poco más alrededor de la cuadra, para así poder terminar de escuchar la música que sonaba en el auto.
Adkins, quien de acuerdo a la televisora WFLA iba borracha, aceptó esa propuesta, aunque le pareció que era “extraña”. Pero comentó que el hecho de que se tratase de una mujer al volante le produjo a la joven un “falso sentido de seguridad”, todo pese a que, según dijo Adkins en Twitter, Green incluso le dijo que apagaría el sistema de Uber mientras “conducía conmigo y escuchaba música”.
Luego, una patrulla de la Policía de la Universidad Estatal de Florida donde según medios Adkins estudia y en cuyas cercanías, se infiere, ella reside detuvo el vehículo.
Entonces, Green le dijo a Adkins que colocara su mano sobre la consola central y las mantuviera allí quieta.
Nada sucedió en relación a la patrulla y el auto continuó su recorrido, pero la joven comenzó cada vez más a sospechar que algo raro estaba pasando y, entonces, le pidió a Green que la dejara bajar del vehículo.
Pero la conductora se negó repetidamente y le dijo que en realidad iba a llevarla al hospital. Toda la situación se tornó angustiante para Adkins, y tiene elementos que suscitan la reflexión.
Adkins comenta que luego de que Green condujo por cerca de 25 minutos, respondiéndole “no” cada vez que le pedía que la dejara bajar, ella sospechó que estaba siendo víctima de un secuestro.
¿O, quizá, en realidad Green la creyó tan alcoholizada que decidió no dejarla a media calle en la madrugada y en cambio llevarla a un lugar donde pudiera ser atendida médicamente?
Las dudas están allí, pero lo cierto es que Green no dejaba bajar del auto a Adkins, situación ciertamente impropia. La joven desesperada llamó con su celular a un amigo e incluso al teléfono de emergencia 911.
BuzzFeed comenta que los operarios de esa línea telefónica oyeron a la chica decir “ayúdenme”.Fue entonces cuando Adkins decidió saltar del vehículo. Cuenta que abrió la ventana y mantuvo el botón que la controlaba pulsado para evitar que Green la cerrara desde sus controles y saltó del vehículo en movimiento cuando se aproximaba a una luz roja. Luego corrió y esperó en un estacionamiento a que llegara ayuda.
Cuando la policía acudió al lugar, ella reportó lo sucedido y las autoridades procedieron horas después al arresto de Green.Adkins publicó en Twitter algunas fotos donde se le ve una herida en un pie y los pantalones desgarrados, daño que habría sido el resultado de su súbito salto desde el auto al suelo.
La conductora Green fue luego arrestada y, de acuerdo a la WFLA, enfrenta cargos de secuestro. La investigación está en marcha y la empresa Uber ha indicado que colabora en ello para esclarecer lo que sucedió.

No hay aún definiciones finales al respecto y las teorías y especulaciones que circulan en redes sociales al respecto van desde un posible intento de secuestro con fines de tráfico humano hasta menciones sobre asesinos seriales.
Y también hay quien dice tener interés en escuchar la versión de la conductora en alusión a que pensaba llevar a Adkins al hospital, lo que sugiere la posibilidad de que todo hubiese sido un horrible malentendido.
Lo cierto es que retener a alguien contra su voluntad es inaceptable y por ello el arresto de Green, a espera de que las investigaciones clarifiquen lo sucedido y se aplique las sanciones que procedan.