No hay nada que Jesús Efrén Duarte Peñuelas, capitán del arco Delfina M3 haga con más pasión que embarcarse y ser uno con el mar. Originario de una familia de pescadores de Mazatlán, Jesús ha visto los momentos más gloriosos de su profesión, tristemente también ha visto el derrumbe de la vida con la que creció.
Observando las condiciones en que se encuentra el muelle alrededor de él, el capitán explicó que cuando la pesca era bien pagada y bien conservada por las autoridades, cada uno de los miembros de la embarcación podían costearse un vehículo propio y ahora ve con tristeza que los pocos que quedan llegan a pie o en bicicleta en el mejor de los casos.

La actividad que realizan es peligroso, mal pagado y en múltiples ocasiones dejan su propia vida en el mar. Trabajan bajo el ardiente sol y sobreviviendo a las más cruentas tormentas y aún así, la ganancia por un mes de captura es mínima y no ajusta ni para saldar deudas.
Así como decenas de pescadores han manifestado, Jesús Efrén solo espera que las autoridades realmente se preocupen por la pesca y le devuelvan la vida a una de las actividades más antiguas de la humanidad.