La nave Starship se perdió este jueves, 16 de enero, tras despegar desde la base de SpaceX en el sur de Texas, Estados Unidos.
De acuerdo al plan original, el vehículo debía descender sobre agua del océano Índico; sin embargo, el artefacto terminó desintegrándose sobre el mar Caribe, específicamente sobre el archipiélago de Turcas y Caicos, situación que obligó a distintas compañías aéreas a alterar sus planes de vuelo, tal es el caso de American Airlines, que confirmó que tuvo que modificar al menos 10 de sus vuelos, y Delta Airlines otros cuatro.
Así, a pesar de la destrucción de la Starship, que provocó una lluvia de restos en amplias zonas del Atlántico, no impidió que SpaceX recuperara intacta la primera etapa del cohete.