La Escollera, uno de los sitios más visitados del puerto de Mazatlán, está llena de una creciente contaminación que amenaza su belleza natural y su ecosistema. A diario, decenas de turistas y locales acuden a este lugar para disfrutar del paisaje marino, pero muchos de ellos dejan tras de sí una preocupante cantidad de basura.
Botellas de plástico, bolsas, cartones, vasos de unicel, ropa y otros desechos se pueden ver esparcidos por toda la zona. La escena no solo afecta la imagen de este atractivo turístico, sino que también representa un riesgo para la fauna marina, ya que gran parte de estos residuos terminan en el océano.

La situación exige una mayor atención por parte de las autoridades, así como el compromiso de quienes visitan la escollera para preservar su limpieza y valor natural.
Con pequeñas acciones, como recoger la propia basura o evitar el uso de plásticos de un solo uso, se puede contribuir a conservar este importante rincón del puerto.