El matrimonio y su hija de 12 años fallecieron, aplastados o asfixiados por cientos de kilos de ropa que acumulaban en su domicilio, después de que se desplomaran sobre ellos las estanterías donde la tenían almacenadas.
Los vecinos ya habían advertido de la peligrosidad de guardar tanta ropa en casa, sobre todo por el riesgo de incendio. La primera en darse cuenta de lo que había ocurrido fue la hija mayor, de 18, cuando no pudo abrir la puerta de su cuarto, que estaba atorada por la cantidad de prendas.
El matrimonio fallecido, un hombre de 50 años, y su mujer, de 49 de nacionalidad española y origen marroquí, acumulaba centenares de kilos de ropa para venderla posteriormente de segunda mano y tenían todas las paredes de la casa con estanterías desde el suelo hasta el techo para almacenar la ropa.
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