El video que te hace creer en el amor y la historia detrás rompe tus ilusiones


¿Será que el amor incondicional, mágico, irracional, puro, crudo e intenso como lo plantea el video existe?
El video que te hace creer en el amor y la historia detrás rompe tus ilusiones

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miércoles, 26 de abril de 2017 0:00

Recientemente ha resurgido en las redes un conmovedor video en el que la artista performática Marina Abramovic se reencuentra de manera sorpresiva con su viejo amor, el fotógrafo y también artista Ulay, 23 años después de su separación y durante una presentación en la cual los asistentes podían sentarse a compartir un minuto de silencio frente a ella.

La expresión de su rostro al encontrarse con su enamorado, tratando de ocultar su sorpresa y mantener la máscara seria que debía plantarse, pero no puede y se le escapa una sonrisa tímida.



Luego el tierno rostro de él, su mirada apenada y un suspiro que no puede ser otra cosa que un genuino acto de asombro y gusto al reconocer su rostro.



El silencio que los rodea es electrizante y la tensión en la habitación hacen del momento sublime, al punto en que Abramovic no puede más y sin apartar los ojos de él rompe en llanto de manera casi religiosa, firme pero en una entrega total.



No hay otra forma de describir el video más que increíblemente intenso y emocional.Se puede sentir el profundo sentimiento entre ambos, se puede observar la respiración entrecortada de ella y cuando él asiente y ella se inclina para ofrecer sus manos uno no puede evitar llorar con ellos.

En ese momento uno lo sabe, el amor verdadero existe y trasciende todo: los problemas, los celos, el tiempo, todo. Esta es la sensación con la que uno se queda al finalizar el emotivo video cuya canción “Ulay Oh” fue escrita por la banda “How I Became The Bomb”, quien lanzó el videoclip que de inmediato se hizo viral en el 2014.



La pareja vivió una apasionada y turbulenta relación durante 12 años en la década de los 70s que trascendió su vida personal y los llevó a hacer múltiples colaboraciones juntos como un dúo que parecía inseparable. Sin embargo, en 1988 decidieron separarse y hacer de ese momento su más grande obra de arte.

Lo que originalmente se planteó como una caminata a través de toda la Muralla China que terminaría en su boda, fue en realidad el rompimiento más épico de la historia. La relación pasaba por momentos difíciles y el hecho de que las negociaciones con el gobierno chino para obtener los permisos para grabar su recorrido así como obtener los fondos para éste se prolongaran tanto llevó a la pareja al punto de quiebre, pero decidieron seguir adelante con el proyecto como una forma de despedida.

Ella caminó desde el Mar Amarillo y él desde el desierto del Gobi para finalmente encontrarse en un punto intermedio de la Gran Muralla para fungirse en un abrazo, darse un simple apretón de manos y seguir cada quien su camino. A esta obra la llamaron “The Lovers” (Los Amantes en español).



La realidad detrás del rompimiento es devastadora, ambos fueron infieles durante su trayecto, pero para el alemán Frank Uwe Laysiepen, mejor conocido como Ulay, no fue una simple aventura sino inicio de una una relación con su traductora china del famoso viaje, con la cual tuvo un hijo, pero no contrajo nupcias. Este hecho hundió a Abramovic en una depresión que la llevó a operarse los senos debido a su baja autoestima en el momento; tuvo múltiples amantes, pero jamás se casó, su arte se convirtió en el verdadero amor de su vida. Incluso en entrevistas confesó que abortó varias veces porque nunca hubiese podido ser madre.

En el 2013, la artista serbia estaba en la cúspide de su carrera. Fue mentora de celebridades como Lady Gaga y protagonista del aclamado documental "La artista está presente", dirigido por Matthew Akers, en el cual Ulay accedió a participar; además colaboró con Jay Z en la realización del video “Picasso Baby”, en el que se muestra al rapero durante un performance inspirado en el trabajo de la artista.

Por su parte, Ulay siguió realizando trabajos fotográficos con buen reconocimiento, contrajo matrimonio con la diseñadora gráfica eslovena Lena Pislak en el 2012 y en el 2013 fue también protagonista de un documental, en este caso denominado “Proyecto Cáncer”, el cual narra su viaje durante un año tras haber sido diagnosticado con linfoma.

Hasta aquí uno puede comprender el intenso sentimiento y la mezcla de emociones que ambos vivieron el 14 de marzo del 2010, cuando él se sentó frente a ella en el MoMa, en Nueva York, durante la presentación más extensa realizada por la autodenominada “madrina del performance”, en la cual se mantuvo 736 horas y 30 minutos sentada en el atrio del museo donde a la vez se inauguró una gran retrospectiva de su trabajo.

Lo que pocos saben es que ese emotivo momento fue completamente opacado por un gran pleito legal entre ambos artistas por el crédito y regalías del arte que realizaron durante su relación.

La pugna legal inició en el 2014, después de que Abramovic quien supuestamente había dado permiso para que se utilizara material que elaboraron juntos y hasta había participado con una entrevista para la autobiografía del fotógrafo, titulada “Whispers: Ulay on Ulay”, se retractara a último momento. Finalmente las memorias fueron publicadas con múltiples páginas en color rosa donde dicho material tenía lugar y al final se incluyó una mención del autor aclarando la razón.

“Eso me hizo daño, mucho daño”, dijo el artista al periódico británico The Guardian. “Es inimaginable, tan injusto, simplemente no estuvo bien. Cuando trabajaba con ella, era increíble, pero después, la dirección que tomó para convertirse en una estrella es algo que no envidio. Es algo muy lejano a mis intenciones y deseos… simplemente se le subió a la cabeza”.

A partir de ahí, el artista decidió pelear por los derechos de múltiples colaboraciones de las cuales fue borrado y demandó a su ex pareja por el incumplimiento del contrato que ambos firmaron en 1999.

El año pasado un tribunal holandés condenó a Abramovic pagarle a Ulay más de 250 mil euros correspondientes a los beneficios de las ventas de sus trabajos conjuntos que no le fueron acreditados.

"Fue un alivio físico y mental. Mi calvario con el cáncer amenazaba gravemente mi vida, y la batalla legal con Abramovic amenazaba mi existencia. En mi opinión, el veredicto del tribunal fue imparcial y justo", dijo Ulay al mismo periódico.

Si bien durante años Ulay fue presentado como “el malo de la película” por su temprana relación tras el rompimiento de la pareja y la indiferencia que parece mostrar en aquella gran despedida en la Muralla China, ahora muchos han tomado su lado, pues consideran que la omisión de su nombre en piezas clave de la artista que hicieron historia y la volvieron famosa fue un acto de venganza.

La realidad es que no existe verdad absoluta, sólo perspectivas, y tristemente lo que en el video viral parece ser amor verdadero a pesar de los años, terminó en una gran enemistad llena de resentimiento.

¿Será que el amor incondicional, mágico, irracional, puro, crudo e intenso como lo plantea el video existe? ¿O es simplemente una ilusión? Quiero pensar que sí, y tal vez Ulay lo encontró con su ahora esposa, pero al final no puedo evitar sentirme defraudada por este desenlace.

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