Recientemente Stephen Hawking declaró a la cadena británica BBC que la humanidad tiene 100 años para colonizar un nuevo planeta antes de que la Tierra represente un riesgo inminente para la raza humana.
Durante años el cine nos ha hecho creer que ese planeta debería ser Marte, de hecho la película “El Espacio Entre Nosotros”, estrenada este año, narra la historia de un niño criado en Marte, y cómo olvidar la película nominada al Óscar en el 2015 “Misión Rescate”, en la cual un astronauta tiene que sobrevivir en el planeta rojo.
Y es que lógicamente debido a que es planeta más cercano a la Tierra la NASA y los programas espaciales rusos y chinos se han enfocado en el estudio de Marte, desde la búsqueda de agua hasta la posibilidad de visitarlo.
Sin embargo, aunque el ser humano pudiera recorrer los 54.7 millones de kilómetros que existen entre ambos planetas, aún tendría que enfrentarse al menos a cinco trampas mortales.
De acuerdo con el científico planetario Pascal Lee, quien forma parte del Centro de Investigación Ames de la NASA y del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, ambos en California, la principal amenaza es la baja presión atmosférica, la cual es cerca de 100 veces más delgada que en la Tierra.
“Si estuvieras desprotegido en Marte… tu sangre herviría, aún a temperatura ambiente”, explicó el científico para la revista electrónica Space.com.
Además, mientras que la atmósfera de la Tierra es 78 por ciento nitrógeno y 21% oxígeno, la de Marte está compuesta en un 95 por ciento por dióxido de carbono, lo que obviamente hace imposible nuestra respiración.
Por si esto fuera poco, dado que se encuentra más alejado del sol, Marte es un planeta más frío que la Tierra. Si bien durante verano puede tener una agradable temperatura de unos 21ºC, por las noches ésta puede bajar hasta -60º C (mmm eso no suena nada cómodo).
Y si crees que al menos su color rojo te daría la sensación de estar en un hermoso desierto al atardecer, piénsalo de nuevo. Se le llama así porque está cubierto de un polvo tóxico de ese color, el cual además está finamente granulado, lo que hace más fácil que se pegue a tus pulmones. Aún si pudiéramos respirar en esa atmósfera moriríamos en tan sólo semanas.
Finalmente, la falta de un campo magnético alrededor del planeta aunado a su delgada atmósfera significa muy poca protección ante la radiación tanto solar como de rayos cósmicos, así que aunque todo lo anterior no fuera un problema lo más que podríamos sobrevivir sería unos cuantos meses.
Aún así el sueño de visitar el planeta persiste, y la NASA calcula que podría llegar ahí a mediados del 2030, por lo cual se encuentra actualmente desarrollando múltiples tecnologías para asegurar la salud humana durante el viaje y a su llegada. Sin embargo, en cuanto a la idea de colonizar el planeta, creo que deberíamos enfocar nuestros esfuerzos a cuidar y mejorar el que ya tenemos, dado que en comparación es un millón de veces más hermoso e increíble ¿no creen?
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