Una expresión de terror se dibuja en su rostro al escuchar el chillido de los frenos de un carro mientras cruzaban la calle con el semáforo en rojo: boca abierta, pupilas dilatadas, su corazón palpita rápidamente, la presión por los suelos. Ellos creían que iban a morir.
Pero no hay ningún auto. Desconcertados caminan hacia el otro lado y al llegar a la banqueta se encuentran con su gigante fotografía en una valla publicitaria con la frase “No te arriesgues a ver la muerte de frente”.
Esto fue lo que varios ciudadanos de Paris vivieron al formar parte de una campaña de seguridad vial de la Quincena Regional de Usuarios Vulnerables, que se celebró en Francia del 18 al 28 de mayo.
El video de la original campaña empezó a circular las redes sociales hace unos días, después de varios medios internacionales lo dieran a conocer. Ahora, miles de personas lo comparten en su muro para hacer consciencia sobre los riesgos de cruzar la calle cuando el semáforo está en rojo.
De acuerdo con el informe “Managing Speed”, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala cerca de 1.25 millones de personas fallecen cada año en carreteras y que la velocidad excesiva es la causa de una de cada tres víctimas de accidentes de tránsito en el mundo. Además, sugiere que entre el 40 y 50 por ciento de los conductores no respetan los límites de velocidad señalados.
Los accidentes de tránsito también son un factor económico para los países, ya que se calcula que cuestan entre 3 y 5 por ciento de su PIB y contribuyen a la pobreza de muchas familias, pues los gastos médicos que se generan son muy altos.
“La velocidad excesiva o inadecuada es la principal causa de los traumatismos por accidentes de tránsito, un problema de ámbito mundial. Atajando solamente este problema, los países lograrían una mejora inmediata de la seguridad vial, tanto por lo que respecta a la reducción de la mortalidad como a la mayor proporción de personas que se desplazarían a pie y en bicicleta, y los efectos sobre la salud serían profundos y duraderos”, dice la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS, en la página web oficial de la organización.

Sin embargo, de acuerdo con la OMS, sólo 47 países siguen prácticas correctas en relación con una de las principales medidas de control de la velocidad: el establecimiento de un límite máximo de velocidad de 50 km/h en zonas urbanas, e incluso menor en áreas cercanas a escuelas, residencias y comercios.
Si bien es obligación de los gobiernos establecer dichos límites de velocidad, así como incorporar a la construcción de las calles y carreteras elementos que ayuden a aminorar el tránsito, como rotondas; al final del día depende de los ciudadanos el manejar de forma consciente, respetando a los peatones, y no violar el alto en el
semáforo, ya sea en el auto o al cruzar la calle.
¿Para que arriesgarse? Nuestra vida puede depender de estas pequeñas acciones. La seguridad vial es responsabilidad de todos.
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