La calma absoluta: una maldición disfrazada


Quién no quisiera poder estar en una calma total, sin estrés, ni ansiedad, cero frustraciones, pero no es tan perfecto de como suena
La calma absoluta: una maldición disfrazada

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lunes, 26 de junio de 2017 0:00

Tranquilidad total, sin miedo, frustraciones ni preocupaciones…. Suena como algo perfecto ¿no es así? Pero alguna vez te has preguntado de qué sirven estas emociones. ¿Haz notado que son aquello que te motiva a salir adelante, a probar cosas diferentes, a enfrentar aquello que te limita?

 

Ese estado de tranquilidad imperturbable se le conoce como ataraxia, y más que ser una bendición puede convertirse en un serio problema. Se trata de la ausencia de ansiedad, enfado o confusión. En otras palabras, se manifiesta como una calma absoluta sin perturbación algún.

 

Esto suena bastante bien ¿no? Quién no quisiera poder estar en una calma total, sin estrés, ni ansiedad, cero frustraciones, simplemente mantener en estado de imperturbabilidad.

 

Desde una perspectiva filosófica, la ataraxia, como se le conoce a este estado, representa la ausencia de turbación como una muestra de equilibrio de las emociones debido al alcance de la paz interior y supresión de los deseos y pasiones, por ejemplo, a través de la corriente epicúrea mediante la cual la relación entre la vida y la felicidad radica en la administración de la inteligencia de los placeres y los dolores. De tal manera que, según dicho planteamiento, la ataraxia es el último fin para conseguir la felicidad plena sin perturbaciones exteriores.

 

Pero qué si esta calma se debiera a un daño neurológico. La ataraxia, como se le conoce a este estado, puede ser resultado de un accidente que provoque daños en la parte frontal del cerebro, de manera que uno pierde la voluntad para enfadarse, desilusionarse, o sentir emociones de insatisfacción.

 

A simple vista, parece una bendición, pero es todo lo contrario, ya que son precisamente esas emociones las que nos permite evolucionar como personas; es el hecho de sentirnos insatisfechos con nuestras acciones o el rumbo de nuestra vida lo que nos motiva a ser mejores, sin ese deseo de frustración el ser humanos entra en una fase de conformismo en la cual no importa el rumbo que tome nada parece importarle porque nada le preocupa o molesta.

 

 

Desde un nivel neurológico, cuando nuestro cerebro sufre un golpe en la parte frontal algunos aspectos de nuestra vida emocional pueden ser alterados, mientras que el resto de las funciones permanecen normales. En este sentido, una persona que sufre de ataraxia por cuestiones neurológicas ve afectada su forma de relacionarse con los demás, al igual que su autoimagen, ya que su estado de imperturbabilidad les impide sentir empatía o preocupación antes situaciones que anteriormente los habrían motivado a llevar a cabo cambios. De igual manera, no son conscientes de sus limitaciones ni de las consecuencias de sus actos, lo que puede llegar a convertirlos en un peligro para ellos mismos y para otros.

 

¿Cómo identificar que alguien sufre de ataraxia?

De acuerdo con el psicólogo Arturo Torre, del blog Psicología y Mente, las personas con ataraxia médica difícilmente toman la iniciativa, al contrario, se limitan a reaccionar a lo que sucede a su alrededor.

 

Entre sus características más comunes se encuentran:

Apatía y pasividad: Las personas con ataraxia evitan la acción relacionada con el sentimiento, es decir no lograr crear empatía con los demás y por ello no sienten emociones al respecto de las situaciones que acongojan a otro, mucho menos reaccionan a ellas.

 

Estabilidad emocional inusual: Puede que muchos crean que esto es bueno, pero las personas que sufren esta condición médica no se perturban ni por lo sucesos más alarmantes en su vida. Simplemente se encuentran en un constante estado apacible.

 

Ausencia de sentimiento de culpa: Así como no sufren por las cosas malas que les suceden tampoco sienten culpa si sus actos perjudican a otro, lo cual hace especialmente difícil relacionarse.

 

No aceptan limitaciones: En cierta forma esto suena increíble, siempre nos han dicho que no aceptemos un no por respuesta, que luchemos por nuestros sueños sin importar las limitantes, pero cuando dichas limitaciones son legales o por seguridad, el resultado de ignorarlas puede ser bastante grave.

 

Imposibilidad de frustración: No importa si algo sale mal, jamás le afecta, su estado de ánimo no se ve alterado por los malos resultados, lo que a su vez lleva a una falsa sensación de que uno va por un buen camino. Sin la frustración el ser humano pierde la motivación para mejorar y se estanca en la mediocridad.

 

Filosóficamente desprenderse de las ataduras del miedo y la frustración para alcanzar una paz absoluta es el sueño de muchas personas; sin embargo, la ataraxia médica es dicho estados llevado a su extremo, en el cual causa problemas sociales y de comunicación con otros, y puede llegar a poner en peligro la vida de la persona al no ser consciente de las consecuencias de sus actos.

 

Si conoces a alguien con todos estos síntomas, quien no practica ninguna filosofía religiosa o meditación con la intención de llegar alguno de estos niveles, es importante que se realice un chequeo médico, pues posiblemente algún accidente previo ha incapacitado su habilidad para sentir emociones.


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