Una mujer viajaba tranquilamente en avión hacia la ciudad de San José (California) cuando descubrió, por casualidad, algo terrible. Sus ojos se posaron en el teléfono del pasajero que iba a su lado y vio los mensajes que estaba enviando. Hablaban de abusos sexuales a un menor.
La mujer avisó entonces a la tripulación del vuelo y estos avisaron a las autoridades competentes. El supuesto pedófilo, llamado Michael Kellar, fue detenido nada más bajarse del avión. También lo fue su cómplice, una mujer de 50 años, a la que se apresó en su casa de Tacoma (Washington).
Tal y como cuenta la edición italiana de El HuffPost, la pareja está acusada de haber abusado de dos menores, de 5 y 7 años.
La mujer que alertó sobre los mensajes, por su parte, ha explicado que Kellar utilizaba un teléfono móvil de grandes dimensiones y además una fuente muy visible, lo que le permitió leer la conversación que estaba manteniendo con su cómplice.
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