Celebran a la Virgen de la Balvanera

Movidos por la fé miles de personas acudieron a la antigua comunidad alamense de La Aduana a visitar en su día a su patrona: La Vírgen de la Balvanera, quien ya los esperaba desde su altar rodeada de flores. A pié, en camión o automóvil, los peregrinos llegaron movidos por su inquebrantable creencia en la virgen milagrosa, pero no venían solos, traían consigo sus ofrendas: Veladoras, flores, listones y los famosos milagritos, figuras de metal relacionadas con un favor en particular. De esa manera, filas y filas de personas acudían fervorosas ante su presencia, para aunque sea, contemplarla, saludarla y verla de cerca. Y no faltaron los grupos musicales, que a las afueras de su templo, y en otros dos escenarios le cantaban sus canciones y mañanitas. La tranquilidad que caracteriza a la comunidad de La Aduana durante el resto del año había dado pié a la fiesta más importante de esa comunidad: Las fiestas patronales de la Virgen de la Balvanera. Tras cumplir su promesa y verla, no faltaron quines decidieron acampar a las afueras del templo. Metros y metros de cobijas fueron improvisamente tendidos por decenas de feligreses durante la tarde noche del 20 de noviembre, quienes desde tempranas horas del día habían llegado a venerarla. Más abajo, estaba la fiesta. Decenas de puestos de venta de comida, de flores, de juegos, de artesanías, todo, dispuesto para el deleite de chicos y grandes. Todo, en un ambiente familiar. Sin olvidar el aspecto de la evangelización, para lo cual se dispuso de misas hora santa y pláticas sobre la virgen. Hasta el día 20 de noviembre, las fiestas patronales de la Virgen de la Balvanera habían reunido a más de 4 mil feligreses de todo Sonora y otros estados de la República, donde su veneración incluso ha cruzado fronteras.