Al parecer no tiene familia a quien acudir

Con su voz casi inaudible y entre monosílabos, cuando no ensalada de palabras, accedió a una entrevista, en la que dijo que se alimenta de lo que la gente le da, pues no tiene un lugar donde vivir ni familia a quien recurrir. Ignora, dijo, o no se acuerda de su nombre y sobre su edad afirma tener 18, dos mil veces 18; sabe que tiene siete hijas, o al menos eso manifiesta, pero desconoce el domicilio de las mismas. El caso es que los vecinos, mismos que le brindan alimentos y cuidados básicos, lo reportaron como persona en abandono y ha permanecido en esa banqueta por cerca de una semana. Ahí, sobre la calle Itzamal entre Huixtla y Montealban de la colonia Colinas del Yaqui, está postrado con la silla de ruedas a un costado, pues dice estar quebrado y nadie se atreve a levantarlo por temor a provocar un daño. La frescas noches, tal vez frías a la intemperie, y los aún calurosos día pasan sobre su humanidad y ni siquiera expresa molestia, pero ahí está en espera, quizás, de recibir ayuda por parte de las autoridades municipales.