Oscar salva vidas sin esperar nada a cambio

Perdió el miedo a las agujas, se ejercita constantemente y lleva un régimen de dieta balanceada, ha puesto su vida en manos de clínicos y es visitador asiduo al banco de sangre. Desde hace ocho años empezó a donar sangre, pero era donante dirigido, es decir que pretendía que su sangre o componentes sanguíneos se utilizaran en algún paciente determinado. Sin embargo al percatarse que hay mucho pacientes que requieren terapia transfusional y que no cuentan con donantes para salvar su vida, optó por convertirse en donador voluntario. Así que con el fin altruista de salvar vidas a niños que padecen Leucemia, Rickettsia o Dengue Hemorrágico, desde hace dos años Oscar Ariel Ramos Chang es Donador Voluntario y una vez cada dos meses entrega sus plaquetas, sin esperar nada a cambio, para cederlas a pequeños que no conoce, pero sabe que la necesitan. Para Oscar, ser donante voluntario es una satisfacción que perdura en su día a día, porque sabe que contribuye a mejorar la salud de personas que nunca lo han visto, pero de seguro deben estar agradecidos. Sin duda, Oscar Ariel Ramos Chang es un heroe que olvidó la capa en algún perchero sin sentido, pero va por el camino erguido regalando vida.