Este es el rostro de la infancia sostenida entre hilos. Su nombre, es Panchita, tiene 14 años y sufre de esclerosis congénita y problema psicomotriz. Nació de 5 meses y pesando sólo 350 gramos, por lo que desde un inicio requirió atenciones y terapias especiales. Cuidados que hicieron que su mamá se mudara a Nogales.
Fue así que con una visa humanitaria, comenzó a ser atendida en la Clínica San Andrés de Sacramento, California, en Estados Unidos, quienes canalizaron su caso con los Médicos de Shriners quienes realizaron sus primeras operaciones.
Sin embargo, las cosas cambiaron hace un año tras serle impedido el ingreso a Estados Unidos ¿El motivo? supuestas actividades ilícitas por parte de los padres de Panchita, quienes la llevan a las terapias. Situaciones que a decir de su mamá, la señora Gloria María Mantes Urías, los han afectado sin haber de por medio ninguna acusación formal en su contra.
Tras cerrárseles la puerta, también se le negó la atención de Panchita, quien ya estaba programada y con gastos pagados para su tercera cirugía con la cual se abrirían las posibilidades para que puediera caminar.
Ahora, la mamá pide a las autoridades estadunidenses la revisión de su caso, pues la más afectada es su hija, quien como cualquier niña de su edad sueña con lo que quiere ser de grande, que en su caso, su anhelo es convertirse en doctora.
Cabe señalar que hace algunos años, Julio César Carreón Lara, padrastro de Panchita, fue objeto de robo de identidad, situación que señaló fue aclarada al no coincidir las huellas digitales.
Actualmente, la familia Mantes Urías busca en cruceros del centro de Ciudad Obregón, en Cajeme, Sonora, el apoyo de la comunidad para regresarse a la ciudad de Nogales y seguir tocando puertas, aunque hasta el momento ... ninguna se les ha abierto.