El 28 de agosto ha sido instituido en México como el Día del Abuelo, y aunque no lo parezca, ser abuelo es un arte que requiere aceptación de la condición de la persona, paciencia, amor y humildad que, por otra parte, son elementos esenciales para vivir con dignidad esta etapa de la vida.
Los
abuelos tienen mucha influencia en la vida familiar, hoy por hoy,
muchos de ellos atienden a los nietos, los cuidan con cariño y
paciencia mientras sus padres salen a trabajar.
Según
el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México
hay 10.1 millones de personas adultas mayores, En 6 millones de
hogares mexicanos hay un adulto mayor como jefe de familia, alrededor
de 2.7 millones de hogares están compuestos por el adulto mayor jefe
y sus hijos, y lamentablemente cerca de un millón de personas
adultas mayores viven solas.
En
1982 se efectuó la primera Asamblea de la Organización de la
Naciones Unidas dedicada al envejecimiento, donde se estableció el
mes de agosto como el de la vejez, en México se determinó que el 28
de agosto de cada año sería considerado como el Día del Abuelo.
Es
por ello que durante esta celebración se busca darle a los abuelos
el lugar que merecen en el cuidado de la familia, recordar que son la
semilla del fruto que ahora se tiene y no dejarlos fuera de las
nuevas tareas que se adquirieron, pues su experiencia puede ser clave
para su desarrollo, también se invita a visitar a los abuelos
olvidados en algún asilo de ancianos u hospital, y en general a
hacer un llamado social para no abandonar a las personas mayores,
quienes dedicaron gran parte de su vida a cuidar de su familia y
ahora es momento de devolverles un poco de todo lo que brindaron
durante su etapa productiva.