La danza del venado quizá es uno de los rituales mas importantes en los pueblos yaquis y mayos que habitan en el sur de Sonora y norte de Sinaloa.
Ser danzante del venado es el ideal del yaqui o mayo, según la celebración se designa a un miembro de la comunidad desde la infancia.
Leonardo profesional en transmitir esta cultura, más allá de las fronteras, a lugares como Estados Unidos, Colombia, Ecuador y Chile, entre otras ciudades y países de Sudáfrica.
Algo muy característico del pueblo indígena es el arte del vestuario que transforma al danzante en el animal silvestre; "Tenabaris" son capullos de mariposas 4 espejos, su objetivo es dar percusiones en la danza. Cabe destacar que esta mariposa viene desde Alaska y solo se da en el municipio de Culiacán, por lo que es considerada patrimonio sinaloense.
En la cadera un cinturón de baqueta, del cual penden correas, con pesuñas de venado que es una especia de cascabel que simula las pisadas del venado.
Las maracas en las manos de color rojo, son bules, y sirven intensificar el ritmo de la música.
Ligado a la fe católica en el cuello el danzante porta rosarios, de diversos colores.
La cabeza de venado es el principal accesorio y quizás el mas llamativo, se ajustan con unas correas. El tipo de venado depende de la región. Los cuernos se adornan con listones de colores o flores de palo blanco, alimento favorito del ciervo.
En la música se utilizan tambor de agua o "gipon" y dos "girukias" o raspadores, la letra es armonizada por "cantadores del venado" dicha música presenta muy pocos cambios, desde la época prehispánica según antropólogos mexicanos, por lo que mantiene en su paso, por las generaciones.