Hartos, angustiados y temerosos ante la ola de asaltos y robos, así viven los habitantes del fraccionamiento Urbi Villas del Real, especialmente por la calle Duero y Sucre.
Aquí, los sonidos que sobresalen por las noches son los chiflidos, las pisadas en los techos y pasos entre los matorrales de los parques totalmente enmontados.
Incluso anda el rumor entre los habitantes de este asentamiento urbano, de que los amantes de lo ajeno están colocando sustancias en los aires acondicionados para evitar que despierten mientras cometen los hurtos.
Quienes más la pagan han sido los niños ante el temor de sus padres de que algo les pase.
Quienes aquí viven han aprendido a sobrevivir con el miedo y a pensar qué hacer para defender sus pertenencias.
Y es que no son nuevas las historias de asaltos, de robos y de intromisiones a las viviendas, aún estando familias enteras en su interior.
Y a decir de los vecinos, a pesar de que ya ha habido detenciones, a los días los presuntos culpables ya andan sueltos a pesar de haber varias denuncias en su contra.
Es tal la desesperación de este grupo de vecinos, que ya se han organizado, formaron un grupo de whatsapp con el que se mantienen comunicados y listos, para cualquier llamado.
Más vigilancia, que acudan a limpiar la maleza pero sobre todo, que restablezcan el alumbrado público que alienta la inseguridad son las principales demandas.
Al que se agrega la petición de que llegue el programa Escudo Ciudadano y comience, como en otros asentamientos, a dar resultados.