Al sur de Ciudad Obregón, específicamente a un costado de la Carretera Internacional y colindando con el Aeropuerto Internacional, se encuentra un espacio que en la administración estatal de Eduardo Bours Castelo, se dijo que sería el despunte para el desarrollo económico de la región.
En su momento se anunció el proyecto Recinto Fiscalizado Estratégico de Sonora, el cual permitiría que se instalarían empresas de gran renombre y se crearían bastantes fuentes de trabajo especializado con sueldos bien remunerados.
Incluso ahí mismo se harían los trámites fiscales y hacendarios para que esos negocios ahorraran tiempo en esos movimientos.
Únicamente hoy se tiene una empresa que da mantenimiento a las aeronaves y que fortuna se ha mantenido.
También existe otra construcción de lo que seguramente será una nueva empresa.
Sin embargo, al parecer al llegar la administración de Guillermo Padrés, se truncaron los proyectos de expansión.
Se le retiró el nombre de Recinto Fiscalizado y ahora se le conoce como Parque Industrial de Tecnología Avanzada en Manufactura.
Y así permanece.
Su nombre aparece al frente en la gran barda.
Ya en el interior es fácil ver el abandono de las instalaciones.
Andenes y techos sin utilizar. Baldíos y calles llenos de maleza, sin que a la fecha se haya dado a conocer quien ira en auxilio de estas instalaciones que de ser bien aprovechadas, permitirán un despegue económico para la región y porque no para el sur del Estado.