La Liga Mexicana de Béisbol se ha convertido en una bomba.
Se han dividido los presidentes poderosos y la nueva camada ,que pretende establecer sus propias reglas para la aprobación de jugadores extranjeros y los llamados “pochos”.
En la asamblea de este martes, abandonaron los trabajos los presidentes de los clubs, Monterrey, Tigres, Diablos-Oaxaca, José Maiz, Alfredo Harp Helu y Carlos Peralta, respectivamente.
Ellos, están en contra de la libre
contratación de jugadores no nacidos en México, porque consideran que acaban con
las ligas de desarrollo y el crecimiento de los nacionales. La
prueba, en la final pasada,utilizaron los equipos de Tijuana 25 y Puebla 23
jugadores, extranjeros y mexico-americanos.
En noviembre habrá junta definitiva,
para saber si abandonan la LMB y se juegan con 12 equipos. Piden la renuncia del
presidente del circuito, Plinio Escalante. Los poderosos,, sienten que el negocio de la venta de jugadores
prospectos, se les va de las manos.