Desde el momento en que un paciente recibe la noticia de que tiene cáncer, su vida da un giro total, a tal grado de que su salud empieza a aminorar.
Luego le vienen otras complicaciones, de estrés sobre todo; ya que el saber que tiene ese padecimiento, piensa que su cura será difícil.
Aunado a lo anterior, la alimentación cambia totalmente.
De acuerdo a Flor Angélica Barreras Mendoza, Nutrióloga de la Jurisdicción Sanitaria número Cuatro, este es un aspecto que se debe atender cuidadosamente para que el paciente no pierda peso.
Indicó que es fundamental tener un buen control y sobre todo que esté recibiendo una alimentación de la manera más correcta en su equilibrio para que pueda permanecer en su peso adecuado.
Aclaró que cuando una persona con cáncer está recibiendo su tratamiento su sistema inmune se deprime y ante ello es fundamental que este fortalecido para evitar que se le bajen las defensas y el efecto del medicamento la afecte aún más.
También se refirió al renglón preventivo y cuidar los tipos de alimentos que se deben de consumir.
