México hiló por segundo año un avance en materia de competitividad y se ubicó como la tercera economía más competitiva de América Latina y la 51 en el mundo (de un total de 138 naciones), de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el fantasma de la baja calidad de sus instituciones por temas de corrupción y de su educación primaria afectan su desempeño.
La economía mexicana mejoró su posición en el Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial 2016 al colocarse en el sitio 51 desde el 57 que ocupó el año pasado entre un total de 138 naciones.
“México está haciendo gala de un gran desempeño”, destacó el WEF.
El resultado se debe principalmente al impulso de un incremento en la eficiencia del mercado de bienes, dijo a Expansión el jefe de investigación de competitividad del WEF, Daniel Gómez Gaviria.
"En la intensidad de la competencia local también mejora. En temas de mercados laborales, hay mejores en temas como impuestos e incentivos al trabajo", detalló.
"En la medida en que las reformas buscan cerrar brechas de competitividad en estos diferentes pilares, habría sugestiva esa evidencia”.
El país avanzó este año seis lugares, con lo que hiló dos mejoras desde que en 2014 tuviera un descalabro al caer a la posición 61. El avance en esta edición significa también superar el sitio 53 que obtuvo en 2012.
Con estos resultados, México es la tercera economía más competitiva de América Latina y el Caribe, sólo detrás de Panamá y Chile, que repiten la segunda y primera posición respectivamente. El país desbancó a Costa Rica y la mandó a la cuarta posición.
El informe destaca que el mercado de trabajo nacional ha mejorado en flexibilidad e incentivos, además de que se ha mejorado el acceso a los mercados financieros.
Por el contrario, la educación sigue siendo una debilidad para la competitividad del país comparada con la región y las naciones líderes en el mundo. Agregó que la calidad institucional se estanca.
Gómez Gaviria consideró que la caída de 7 posiciones en el rubro de la calidad de las instituciones mexicanas puede revertirse con una agenda sobre el tema en la que participen los gobiernos y las empresas.
"Sugieró que (...) se necesita una agenda comprensiva para poder avanzar en el índice y esa agenda debe ser pública-privada", explicó.
El índice revisa 138 países del mundo y entre ellos Chile puede ser un referente para México.
