La selección mexicana ha tenido que pagar 83.000 dólares en multas por la conducta discriminatoria de sus aficionados. La última de ellas porque el dichoso cántico se entonó en el partido que enfrentaba a México con Honduras el pasado mes de septiembre. La primera vez que se escuchó al unísono en un evento deportivo fue en los JJOO de Atenas'04.
Sin embargo, desde la Federación se defiende el uso del cántico, argumentando que tiene unas connotaciones alejadas de la homofobia, aunque en realidad provenga de un término despectivo para referirse a los gays.
Tanto, que han decidido apelar la sanción al Tribunal de Arbitraje Deportivo. El presidente de la FMF, Guillermo Cantú, asegura que el grito no se mete con la preferencia sexual de las personas: "Sigo insistiendo, estamos convencidos que hay una connotación diferente de la palabra, del grito; en México por el contexto, la historia y como se ha venido desarrollando, a la traducción del grito o de la palabra del grito de español a inglés, y esa es una de las diferencias que nosotros queremos hacer ver", explicó en ESPN Radio Fórmula.
A pesar de su convencimiento, la FMF está harta de las multas. Por eso promovieron durante la pasada Copa América la iniciativa #YaParenle con el objetivo de detener el "¡Eh p#$%!", pero no tuvo mucho éxito.
Por mucho que desde la Federación no crean en el mensaje homófobo que hay tras el cántico, deben realizar un ejercicio de concienciación a sus aficionados. No se puede justificar este grito diciendo que es algo tradicional en México y que ya se canta por inercia cada vez que un guardameta saca de portería.
Aunque esté en la mente de todo un estadio, no deja de ser un rechazo público a los homosexuales.
