Vivir sin papeles en EE.UU es una carrera de obstáculos cada vez más difíciles de sortear. Nadie te contrata, no tienes acceso a los servicios mínimos y la ciudad te rechaza.
Eres algo peor que invisible. No eres nada.
Lo sabe bien Cristina Martínez, la chef sin papeles que dirige el sexto mejor restaurante de EE.UU en 2016, según la revista Bon Áppetit.
Cristina dejó atrás Capulhuac, en el Estado de México, y atravesó el árido y peligroso desierto durante semanas. Cuando consiguió entrar a Estados Unidos, se estableció en Filadelfia para trabajar en el restaurante donde conoció a su actual marido, el ayudante de cocina Ben Miller.
Cuando el sueño americano se materializaba, todo se truncó cuando descubrieron que era una inmigrante ilegal. El despido fue fulminante y buscó el único lugar donde podía seguir cocinando su excelente barbacoa: su apartamento.
Con la ayuda de su marido, Cristina empezó a ir al mercado y a hablar con los trabajadores que comían por allí para ofrecerles alguno de sus mejores tacos.
“Este domingo voy a hacer barbacoa en mi casa. Ven y trae a tu familia”, les decía.
Y en poco tiempo su piso estaba lleno de familias, trabajadores ilegales y fans de los tacos auténticos.
La chef cocina la carne de cordero más tierna que ha visto Filadelfia en décadas. Adoba la carne, la cocina al vapor durante de toda la noche y aprovecha los jugos para elaborar una sopa con garbanzos y arroz.
Tacos y sopa caseros riquísimos por 12 dólares en el apartamento de una habitación.
Más tarde, la chef y su marido montaron un food truck para cocinar tacossobre ruedas todos los días de la semana. Mientras tanto, Cristina iba conectando con la comunidad indocumentada de Filadelfia y tomaba conciencia del problema que les afectaba a todos.
Por ello, cuando triunfó con su restaurante, el South Philly Barbacoa, se sintió con el compromiso de visibilizar la situación de tantas personas que sufren vivir en este limbo administrativo.
Como portavoz de la comunidad inmigrante y con un negocio exitoso, decidió dar un paso adelante y declararse sin papeles. Y aunque este gesto pone su negocio y sustento en riesgo, ha sido claramente inspirador para la comunidad mexicana.
Para la ley, sigue siendo una ciudadana ilegal. Para la comunidad de Filadelfia, ya es una de las figuras más queridas de la ciudad gracias a sus tacos sin papeles.
