Si algo tiene de especial la lluvia de las Oriónidas es que sus meteoros se hacen visibles a simple vista desde cualquier parte del planeta, ya que radian casi desde el mismo ecuador celeste (algo más arriba a +16º), desde la bella y notable constelación de Orión, que luce de forma especial en las noches invernales o poco tiempo después de oscurecer durante la última parte del otoño.
¿Cómo se produce?
El fenómeno "es producido por los escombros dejados por el cometa Halley, que, al ingresar a la atmósfera terrestre, se incinera produciendo lo que comúnmente llamamos estrellas fugaces”. Su denominación se debe al hecho de que su radiante se encuentra próximo a la constelación de Orión. “La tasa esperada es de 20 meteoros por hora, siendo el mejor momento para observarla durante la madrugada, alrededor de las 5, cuando la constelación de Orión se encuentre en su punto más alto sobre el horizonte”. Sin embargo, la Luna se encontrará ese día “en fase menguante próxima al radiante, dificultando la observación”.
Veamos un vídeo realmente maravilloso.