Desde un vehículo militar estadounidense Humvee se muestran imágenes de un talibán afgano que saluda a la cámara, aparentemente robado a las fuerzas de seguridad afganas.
Más tarde, el mismo vehículo aparece grabado por el dron desde el aire mientras se desplaza por una carretera y se puede ver que el coche se aproxima a una base de la policía afgana.
Al final del vídeo se puede ver que el vehículo salta por los aires llevándose consigo el edificio policial y llenando toda la pantalla de un humo marrón que sube hasta el cielo. Según los funcionarios afganos, todo apunta a que el vídeo del ataque es auténtico.