Dicen que la naturaleza es sabia y que le regala a cada uno el color de pelo que mejor le sienta en relación a su tono de piel.
Sin embargo, si eso es cierto, ¿por qué está inundando las redes y la calle un color tan poco natural como el rubio platino?
Kristen Stewart, Nicki Minaj, Jennifer Lawrence o la modelo Soo Joo Park son algunas de las celebridades que se han dejado ver, últimamente luciéndolo. Quedó claro que se trataba de la tendencía del verano cuando Taylor Swift, la novia modosita de América, apareció en Coachella transformada por este color en la amiga grunge de Kurt Cobain.
Tampoco se trata de una moda insólita como el granny hair del que venimos y que ha llevado a chicas jóvenes de todo el mundo a compartir el tinte con sus abuelas. El rubio platino, por el contrario, es un clásico que viene y va. Un color asociado a la época dorada de Hollywood, cuando estrellas como Marylin Monroe hicieron de él un icono.
Pero, ¿por qué? y ¿por qué ahora? El rubio platino tiene un componente secreto sque es el que lo ha convertido en el nuevo animal print del mundo capilar al conseguir unir a bakalas, indies y pijas. Tal vez porque, que se sepa hasta la fecha, es el único color que sienta bien a todo el mundo.
Caucásicos.
Negros.
Orientales.
A todo el mundo.
Samantha Cusick, estilista capilar de los famosos, se lo ha explicado así a Cosmopolitan: "El rubio platino sienta bien a todo el mundo, solo hay que elegir la tonalidad adecuada, bien sea un tono más lechoso, cremoso, tirando a plata o gris. Es cosa del tono".
Que el rubio platino sienta bien es fácil de comprobar. Acabamos de ver varios ejemplo. Aunque, sobre todo, lo que te hace es aparentar personalidad. Pagar por él es casi como pagar por ser interesante, al menos, mientras uno abre la boca.