Hace unos días, el centro de la ciudad de Fukuoka (Japón) sufrió un terrible accidente. Un socavón de 30 metros de largo, 27 de ancho y 15 de profundidad apareció la madrugada del pasado martes en una zona cercana a una estación ferroviaria.
El incidente no provocó ninguna víctima, pero sí múltiples cortes de tráfico, luz y evacuaciones. La catástrofe, no obstante, apenas ha tardado dos días en ser saldada: los constructores solo han necesitado 48 horas para arreglar por completo el agujero.
Como una muestra de la efectividad japonesa a la hora de trabajar, en cuanto supieron del accidente, se prepararon para arreglarlo. En unas pocas horas ya estaban manos a la obra. Hasta 6.200 metros cúbicos de arena y cemento se han necesitado para la reparación, pero en menos de lo que cualquiera esperaría ya lo tenían listo.
"El suelo ahora será 30 veces más resistente que antes".
Pese a que se necesitó un poco más de tiempo para reabrir el espacio al público, ya que necesitaban asegurarlo, medios locales aseguran que estaba completamente arreglado a los dos días.
Según Soichiro Takashima, alcalde de Fukuoka, el suelo ahora será 30 veces más resistente que antes.
También ha pedido disculpas por la posible causa del accidente. Al parecer, se debe a unas obras que estaban en marcha para ampliar una línea de metro de la ciudad. Como apunta la agencia Kyodo, estas obras ya han provocado accidentes similares anteriormente. Sin embargo, aunque el desperfecto ya se haya arreglado, todavía no se sabe con certeza cuál fue su origen.
Este accidente recuerda al accidente nuclear de Fukushima ocurrido en 2011. Pese a que fue una de las mayores catástrofes nucleares de la historia, la efectividad nipona a la hora de trabajar hizo que sus consecuencias fueran mucho menores de lo que podrían haber llegado a ser.
