Antonino Fernández, exdirector ejecutivo de Grupo Modelo, propietario de la cervecera mexicana Corona, decidió donar una gran parte de su fortuna a su pueblo natal en la provincia española de León, informa 'The Telegraph'. El empresario y filántropo murió el pasado agosto, pero la decisión de dejar parte de su herencia a sus paisanos se ha hecho pública recientemente.
El que se convirtiera en multimillonario nació en la pobreza en el pueblo de Cerezales del Condado en 1917. Undécimo de 13 hijos, se vio obligado a dejar la escuela a los 14 años porque sus padres no podían permitirse costear su educación. En 1949 Fernández se mudó a México y empezó a trabajar en el Grupo Modelo como empleado de almacén, pero años más tarde se convirtió en uno de los directores ejecutivos de la compañía, haciendo de Corona una de las cervezas más populares no solo de México, sino de todo el mundo.
Falleció a los 98 años el 31 de agosto de 2016, dejando parte de su inmensa fortuna, unos 210 millones de dólares, a los residentes de su pueblo natal. Actualmente en Cerezales del Condado viven 80 personas, lo que significa que cada uno de los habitantes de este pueblo del norte de España recibirá unos 2,5 millones de dólares. Fernández también dejó dinero adicional en su testamento para que el pueblo construya un nuevo centro cultural y una fundación sin fines lucrativos.
Sin embargo, los residentes del pueblo de Cerezales del Condado han denunciado haber recibido cualquier dinero por parte del multimillonario. "Simplemente no es verdad, por desgracia", ha afirmado Lucia Alaejos de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, un centro cultural establecido en el pueblo gracias a las donaciones del empresario.
- El empresario fue nombrado caballero gran cruz de la orden de Isabel la Católica por su labor filantrópica por el rey Juan Carlos I de España.
- En vida fundó varias organizaciones benéficas que se dedican a dar trabajo a jóvenes discapacitados en México y en España.