El trabajo es para Don Manuel García una bendición porque junto a su carreta y utensilios para la venta de fruta y aguas frescas le han permitido sostener a su familia durante 30 años.
Llegó del estado de Nayarit hace más de tres décadas, para abrirse paso comenzó a vender fruta en lo que fue la vieja central de autobuses, pero desde hace 20 años cambio su ubicación frente al Hospital General.
El brindar una sonrisa a los clientes además de un trabajo amable marca la diferencia, señala que pese a las adversidades primero es mostrar buena cara a quien gusta de sus productos.
Asegura que siempre hay una oportunidad para quien la busque, existe una manera honesta de ganarse la vida.