"La aeronave no tenía combustible en el momento del impacto", dijo Alfredo Bocanegra, director de Aeronáutica Civil de Colombia.
Este hecho ha sido tomado como una acción heroica del piloto del vuelo Lamia.
Al saber que iban a estrellarse, supuestamente miguel quiroga descargó todo el combustible para impedir una explosión en tierra y así, evitar una cifra mayor de víctimas.
Sin embargo, el avión no llevaba el combustible mínimo de seguridad para el tramo de dos mil 265 kilómetros, entre Santa Cruz, Bolivia, y Medellín.
Todo empezó por una pérdida de combustible de otro avión, que iba más adelante, en la ruta hacia la ciudad colombiana donde el Chapecoense iba a jugar la final de la Copa Sudamericana, contra el Atlético Nacional de Medellín.
Piloto: ¿Pudo detectarse el problema?
Torre de control: La aeronave está al final, está en aproximación final una milla antes del borde Ríonegro, como él reportó una fuga, se va a efectuar una revisión de pista para mayor seguridad de las aeronaves que van a aproximar.
Así es que la torre de control del aeropuerto "José María Córdoba" pidió a los demás vuelos que esperaran, en círculos, mientras se limpiaba la pista para evitar un accidente durante sus aterrizajes.
Esta es la primera notificación del avión de Lamia.
Piloto: Solicitamos prioridad para la aproximación, se nos ha presentado un problema de combustible.
Torre de control: Entiendo solicita prioridad para su aterrizaje, igualmente por problema de combustible. ¿Correcto?
Piloto: Afirmativo.
Torre de control: Ok, atento. Le daré vectores para proceder al localizador y efectuar la aproximación, en aproximadamente siete minutos iniciaré la confirmación.
Pero el piloto no les notificó que su avión estaba a punto de quedarse sin combustible. Tampoco dijo tres veces "May Day", el código de emergencia de la aeronáutica.
Piloto: Solicita vectores para el acercamiento, señorita.
Torre de control: Atento, tengo una aeronave por debajo suyo efectuando la aproximación adicional.
Treinta segundos después, el piloto por fin habló de una emergencia.
Torre de control: Están efectuando una revisión de pista. ¿Qué tiempo para permanecer en su aproximación Lima Mike India?
Piloto: Con emergencia de combustible, señorita. Por eso le pido de una vez curso final.
Inmediatamente, la controladora detuvo el acercamiento de otro vuelo, para darle prioridad al avión de Lamia.
Torre de control: Va Colombia 3020, cancele la autorización de aproximación, vire por su izquierda con rumbo 0-1-0. Lima Mike India 933, puede usted efectuar el viraje ahora por la derecha para iniciar el descenso, tiene los tránsitos a una milla por debajo de usted.
Piloto: Solicitamos incorporarnos de una vez.
La controladora le dio instrucciones. Sin embargo, el avión de Lamia ya iba para abajo.
Piloto: Negativo, señorita. estamos ya iniciando el descenso.
Dos minutos después, el piloto insistió que necesitaba instrucciones para aterrizar.
Piloto: ¡Vectores, señorita, vectores a la pista!
Torre de control: No lo tengo con la altitud, Lima Mike India.
Para ese momento, el avión de Lamia ya había rebasado el límite de altura de 10 mil pies.
Piloto: Los 9 mil pies, señorita. ¡Vectores, vectores!
Cuando estaba a solo 13 kilómetros del aeropuerto de Medellín, el piloto reportó lo siguiente.
Piloto: Está en falla total, falla eléctrica total, sin combustible.
Esta falla no se debió a un desperfecto. Cuando un avión se queda sin combustible, solo le resta lo mínimo, en términos eléctricos, para que siga funcionando el sistema de comunicación.
"Un apagado súbito de los motores por falta de combustible. Los motores son la fuente eléctrica. Si no contaba con combustible, obviamente la fuente eléctrica se iba a perder totalmente", destacó el director de aeronáutica civil de Colombia.
Piloto: ¡Vectores, señorita! ¡Vectores a la pista!
Torre de control: La señal de radar se perdió, no lo tengo, notifique el rumbo ahora.
Piloto: Estamos con rumbo 3-6-0, 3-6-0.
35 segundos después, el avión se desplomó.
Torre de control: ¿Qué altitud tiene ahora? Ya no contestan.
Los protocolos de seguridad aeronáutica obligan a que los aviones tengan combustible suficiente para llegar a su destino. En caso de emergencia, que también cuenten con lo necesario para arribar a aeropuertos alternativos o poder esperar en pleno vuelo para aterrizar, como fue este caso.
La dirección Aeronáutica Civil Colombiana determinó que el vuelo no llevaba lo mínimo.
Murieron 22 jugadores del Chapecoense, 25 directivos, personal técnico, invitados y 21 periodistas, así como nueve integrantes de la tripulación.
El avión que se estrelló era el único que tenía operativo esta compañía boliviana, especializada en el transporte de equipos de futbol profesional.
Por una decisión administrativa, de las autoridades brasileñas, el Chapecoense se vio obligado a viajar en este charter.
¡Oh, no te olvidaremos, oh no te olvidaremos, esa copa se va al cielo!
El miércoles por la noche tuvo que haberse jugado la final de la Sudamericana en el estadio Atanasio G
Girardot. No corrió el balón, solo homenajes al Chapecoense.
"De todo corazón, muchísimas gracias, dijo el canciller brasileño José Serra.