Según informaciones difundidas por medios estadunidenses ligados a la ultraderecha, la pizzería Comet Ping Pong, ubicada en el barrio Chevy Chase, al noreste de Washington DC, era la fachada bajo la que Hillary Clinton, su exjefe de campaña, John Podesta y otros simpatizantes, ocultaban una red de pedofilia.
Un correo filtrado por Wikileaks, en noviembre, relacionaba a Podesta con el dueño de la pizzería, James Alefantis.
Edgar Madison Welch llegó hasta el local para saber si todo esto era verdad.
Dentro del local hizo tres disparos sin herir a nadie, minutos después fue arrestado por la Policía; el hombre, de 28 años de edad y originario de Carolina del Norte, dijo que había ido a investigar por sí mismo el llamado "Pizzagate", etiqueta con la que se ha difundido esta historia en redes sociales y que las autoridades califican como una teoría conspirativa ficticia.
Lo ocurrido es la muestra más reciente de información falsa dentro de la campaña presidencial, en la que se difundieron historias como: "Hillary Clinton le vendió armas al Estado Islámico". "Los amish apoyan a Trump". "Obama firma un decreto para revocar las elecciones presidenciales".
La influencia de dichos artículos en la reciente elección ha hecho que Facebook, Twitter y Google analicen ser más restrictivos en sus políticas de contenido y busquen métodos para que sus algoritmos puedan detectar información falsa.
