El pianista, compositor y científico al recibir el reconocimiento, brindó un emotivo discurso en el que, se refirió a la necesidad de desarrollar y ejercer en México una nueva consciencia en lo que al arte concierne.
La ceremonia de ése que es el máximo reconocimiento que las instituciones de cultura mexicanas entregan a los creadores vivos más importantes del país tuvo lugar en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
Lugar donde Julio Estrada recibió la mencionada presa y un diploma alusivo de manos del subdirector general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Sergio Ramírez Cárdenas, quien en su breve intervención encomió el trabajo y las aportaciones realizadas por el homenajeado a la cultura y el arte nacionales.
De acuerdo con el también investigador y docente, una de las figuras referenciales de la música contemporánea de México, emprender esa nueva figura que plantea requiere que el artista se mire a sí mismo y decida a solas si seguir en la academia o reconocerse en la investigación-creación.