Alrededor de 3 mil personas marcharon el pasado domingo 18 de diciembre, recorrieron las calles de Los Ángeles para reivindicar el aporte de los inmigrantes y oponerse a las declaraciones al respecto del presidente electo, Donald Trump.
La marcha, al igual que en muchas otras ciudades de Estados Unidos, se realizó al conmemorarse el Día Internacional del Migrante y congregó a legisladores y políticos locales, así como a representantes de sindicatos, organizaciones comunitarias y religiosos.
En California, tras el resultado del pasado 8 de noviembre que dio ganador al republicano Donald Trump, se han realizado varias marchas en rechazo al presidente electo, bajo la consigna de "No es mi presidente".
A la marcha acudieron también organizaciones de "soñadores", como se conocen a los beneficiados por el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, que ofrece protección temporal a los jóvenes indocumentados que llegaron siendo menores de edad.
La marcha concluyó delante de la sede de la Alcaldía de Los Ángeles, en la que en medio de consignas y carteles los organizadores prometieron más protestas para el año 2017, en respuesta a las esperadas políticas en materia de inmigración que tome la nueva Administración en la Casa Blanca.