Su triunfo de hizo noticia inmediato entre los medios locales, que acudieron a su vecindario para transmitir en vivo la celebración de la mujer que, al lado de sus vecinos no creían que hubiera ganado también el premio mayor. En realidad ya había ganado un segundo premio, pero creyó haber ganado también el premio gordo.
Sin embargo, su “victoria” no fue más que una confusión, porque el ganador era el 66513 y el número que marcaba su billete de lotería era el 66813. ¡Muy cerca, muy cerca! Es como de esas sensaciones y momentos de los que quieres ser testigo pero nunca ser el protagonista. Lo peor fue que la mujer celebraba haber “ganado” la lotería mientras no se daba cuenta de su error.
Tal y como se muestra en el vídeo, desde el estudio de televisión trataban de hacerle saber a la periodista que había un error, pero para desgracia de la supuesta ganadora, no se daba cuenta de que sus compañeros trataban de hablarle desde la distancia. Las cámaras de un programa en vivo fueron el sazón perfecto para que la no ganadora cayera en las grandes y feroces fauces de los televidentes hambrientos de burlas, porque lo que pasó con ella no es más que una combinación entre pena ajena y desgracia.
¡Su cara lo dice todo!
No se lo deseo ni a mis enemigos.