Autoridades de Plymouth, Minnesota, investigan el caso de un niño de siete años que murió en 2015, según el diario británico The Independent, luego de que sus padres rezaran por él durante semanas en lugar de llevarlo al médico.
El pequeño Seth Johnson padecía pancreatitis aguda y de sepsis, además de haber sido diagnosticado previamente con un síndrome de alcoholismo fetal y trastorno reactivo. No obstante, el fin de semana de su muerte, sus progenitores lo dejaron al cuidado de su hermano, de dieciséis años, para asistir a una boda.
Johnson y su esposa Sarah regresaron de la celebración un domingo, por la noche, después de que su hijo mayor les llamara para avisarles que su hermano se encontraba "letárgico y flojo." Cuando la pareja llegó, "rezaron por su salud" y, después de bañarlo, lo pusieron a dormir.
"No podemos comprender cómo los padres dejaron a un niño enfermo de siete años al cuidado de un joven de dieciséis para irse lejos durante todo un fin de semana", denunció el fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman. Y agregó:
"Tampoco podemos comprender cómo se negaron a volver a casa el domingo por la mañana para cuidar a su hijo enfermo, una vez notificados de la gravedad de su estado. Además, es increíble que no llamaran a emergencias en cuanto llegaron para obtener ayuda médica de inmediato".
